Del 15 al 17 de septiembre de 2022 se va a desarrollar en Palencia el IV CONGRESO INTERNACIONAL DEL CANAL DE CASTILLA con el objetivo de crear un foro de reflexión, discusión y debate sobre el Paisaje Cultural, como figura de reconocimiento patrimonial, aplicada a un espacio de excepcional significado histórico, territorial, cultural y ambiental. Una complejidad de valores que precisa, para su conservación y gestión, la perspectiva de integridad y utilidad.
Durante las 3 jornadas contará con numerosas ponencias en sesiones de mañana y tarde; alrededor de 3 ejes temáticos:
EL CANAL DE CASTILLA COMO PAISAJE CULTURAL
Este primer eje tiene como objetivo, por un lado, propiciar la reflexión sobre el papel que desempeñan los canales y las vías de navegación interior en la construcción del paisaje, y, por otro, ahondar en la dimensión patrimonial de los paisajes del agua. Se parte de la idea de que todo paisaje es forma, función y significado. Se pone el acento en los valores intrínsecos e instrumentales de estos paisajes: históricos, técnico-ingenieriles, sociales, ambientales e identitarios. Se enfatiza su dimensión territorial y se interroga por esta figura patrimonial: Canal de Castilla como Paisaje Cultural. Se parte de la idea de que el patrimonio es un valor sometido a cambios, de ahí la oportunidad de entenderlo como un proceso. Con el Canal de Castilla en el centro del debate, se tratará de compartir experiencias en torno a los procesos de reconocimiento institucional de los canales y vías de navegación interior a diferentes escalas. Se enfatizará el caso de los presentes en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, pero también se escucharán otras experiencias nacionales.
EL CANAL DE CASTILLA COMO RECURSO MULTIFUNCIONAL
El segundo de los ejes temáticos aborda las tensiones y los conflictos a los que se enfrentan estos bienes complejos: Los cambios en los usos y funciones; el abandono y el deterioro de sus elementos; la difícil convivencia con otras infraestructuras. El caso del Canal de Castilla resulta expresivo de situaciones diversas: la relación con la ciudad; los espacios congestionados (como ocurre con su ramal sur); el discurrir por los escenarios de la despoblación (ramal de Campos, ramal Norte). Por el contrario, estos paisajes culturales también son espacios de oportunidad. Su puesta en valor abre nuevas perspectivas a usos dinamizadores del territorio en un contexto de creciente interés por los valores patrimoniales, por la calidad de vida y por los entornos saludables. Las experiencias de éxito del propio Canal de Castilla (navegación, reutilización de almacenes, itinerarios deportivos, etc.), y las que aportan otros ejemplos nacionales e internacionales, como en el eje anterior, resultan ilustrativas.
ESTRATEGIAS DE GESTIÓN, GOBERNANZA Y PARTICIPACIÓN
El último de los ejes temáticos gira en torno a las experiencias de gestión, gobernanza y participación. Como se ha indicado, los paisajes son bienes complejos y no siempre fáciles de gestionar. Existen conflictos en el uso (riego, navegación, etc.) que pueden comprometer sus valores. Asimismo, implica a administraciones que operan a diversas escalas (local, provincial, autonómica, estatal), introduciendo retos que solo se pueden afrontar desde el buen gobierno. Por último, la aceptación social del valor patrimonial de estos paisajes del agua exige esfuerzos de sensibilización y difusión. El patrimonio territorial encierra valores educativos notables que conciernen a la identidad de las sociedades que se comprometen en su conservación. Una sociedad que debe sentirse incluida en su gestión para que esta relación redunde, como se señala en el preámbulo de la futura Ley de Patrimonio Cultural, “en una mayor comprensión, sensibilización y respeto para los bienes que forman parte del patrimonio cultural de Castilla y León”. Además, el cambio climático requiere de estrategias de adaptación y mitigación aplicables también al Canal de Castilla.
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